
El crimen ha desatado una respuesta unánime en contra por parte del Gobierno, los principales partidos políticos y varios grupos antifascistas, que han coincidido en acusar del crimen a Aurora Dorada. "Este abominable asesinato", ha dicho el ministro de Protección Ciudadana, Nikos Dendiás, "ilustra claramente las intenciones del neonazismo". Sin embargo, el Frente Unido contra el Racismo y la Amenaza Fascista, ha acusado al Gobierno de coalición de Antonís Samarás de "dejar que los asesinos de Aurora Dorada circulen impunes y armados con cuchillos". El socio de Gobierno de Samarás, el socialdemócrata PASOK, ha pedido la ilegalización de Aurora Dorada.
El partido extremista, tercero en las encuestas, ha afirmado en un comunicado que las acusaciones de connivencia con el crimen son "miserables". Según Aurora Dorada, la intención de las denuncias es "dividir a la sociedad griega". Una manifestación ha sido convocada para esta tarde cerca del lugar del crimen.